Es probable que hayas escuchado sobre la mala fama del marketing, por eso, hoy, desde Toyo Publicidad os explicaremos las falacias del marketing y cómo evitarlas.

El marketing tiene como objetivo que te vuelvan a comprar y por ende, vender ideas mediante la seducción y la persuasión. Estas dos últimas las separan una línea muy delgada del engaño. Pero aunque, la publicidad y el marketing tengan mala fama, eso no significa que las falacias se utilicen en este nicho.

¿Qué es una falacia?

La falacia se trata de un argumento lógico y erróneo que se presenta como si fuese correcto. Es decir, es un engaño enmascarado tras un razonamiento que, aunque sea equívoco, parece verdadero. Lo que hace tremendamente dañina a la falacia es que parezca razonable, pero es fácil de hallarlas mediante un pensamiento crítico.

No es solo conocida en el mundo del marketing, sino que están pueden estar presentes en numerosos lugares, desde la ciencia, como en la religión, la política o la educación; es decir, puede darse en todo lugar en que se emplee la argumentación lógica.

En cuanto al marketing, antaño se pudieron utilizar las falacias, pero en la actualidad es muy poco recomendable hacerlo. Además, aquellas empresas que gozan de buen producto ni siquiera la necesitan. Y como se suele decir: “la mentira tiene patas cortas”, por lo que solo basta con conocerlas para identificarlas y así evitarlas.

Tipos de falacias

  • Falacia ad baculum. Esta falacia es una de las más desagradables, ya que utiliza el miedo para persuadir. Se trata de la exageración de las consecuencias negativas de una acción, de un acontecimiento o de una situación, en la que se le da peso al argumento y hace que parezca verdadero.
  • Falacia ad hominem. Esta falacia ataca o desacredita a alguien para mostrar un argumento, suele aprovechar los sentimientos de rechazo, recelo o resentimiento. Es muy empleada en el ámbito político, especialmente en la propaganda, donde los candidatos acusan al resto para restar a sus oponentes.
  • Falacia ad populum. Probablemente hayas oído este tipo de falacia en algún momento de tu vida, es aquella que es respaldada porque muchas personas dicen que algo es cierto. En el nicho del marketing es frecuente escucharla, como la de: “9 de cada 10 usuarios recomiendan este dentífrico”.
  • Falacia verecundiam o apelación a la autoridad. Este tipo de falacia es usada por aquellas personas que son reconocidas, que son expertos o, en definitiva, una figura de autoridad; que lo que hacen es darle validez a un argumento equivocado. Se trata de una falacia muy convincente ya que solemos confiar en aquellas personas con poder, en especial, aquellos que sean famosos.
  • Red Herring. Se trata de un tipo de falacia en la que se utiliza el elemento aislado y si relación lógica con el argumento para evitar dudas sobre su razonamiento. Sirve para escapar de las críticas sobre los productos que se vende o para evitar preguntas en momentos delicados. No confundir este término en la literatura que se trata de introducir pistas falsas en el relato.

¿Cómo identificarlas?

Según un estudio del Statista realizado en 2019 más del 80% de los consumidores sospechaban de los anuncios publicitarios que aparecían en sus teléfonos. Aunque ya no es muy habitual que dentro de la publicidad se usen las falacias y se haga publicidad engañosa, te daremos una serie de consejos para que os sea muy fácil de identificarlas:

  • Las falacias que se utilizan en la publicidad no contienen pruebas reales que soporten sus argumentos.
  • Que solo apelen a los sentimiento o factores emocionales sin aportar hechos o datos. No confundir esto, con el branded content.
  • Parecen sencillos a simple vista, y probablemente, verdaderos, pero cuando se realiza un análisis en profundidad se ve la mentira.
  • Suelen ser muy exagerados.

El marketing rechaza a las falacias

En este momento del artículo ya habrás descubierto que, aunque parezca que el marketing suele echar mano de ellas, en realidad no es así. De hecho, las falacias y los engaños perjudican mucho a las empresas de marketing. El sentimiento de creer que se nos engaña no es novedoso en cuanto a la llegada de la globalización y el internet, ya era habitual en el siglo XIX.

En la actualidad, el marketing está muy lejos de pensar en utilizar las falacias y los engaños, lo único que utiliza es la persuasión. Un texto puede llegar a ser muy persuasivo, pero nunca mentirá; sino que utilizará técnicas para convencer al cliente de comprar el producto que está vendiendo. El mercado del marketing se ha vuelto mucho más inteligente y analítico, en el que se basa en el branded content y en la creatividad.

Esperamos que os haya servido este artículo, y aunque ya no sea habitual el uso de las falacias en el marketing, esperamos que podáis identificarlas y evitarlas en cualquier otro ámbito. Si os ha gustado este artículo decírnoslo por redes sociales, y si queréis saber más sobre marketing podéis visitar nuestro blog.